La Palabra dice
Lc 12, 49-53 - “He venido a traer división”
“Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división.
De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra”.
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La Palabra me dice
“Yo he venido a traer fuego…”. Con un estilo claramente profético, la imagen del fuego nos invita a acercarnos al misterio de manera más ardiente y apasionada. El fuego que arde en su interior es la pasión por Dios y la compasión por los que sufren.
¿Dónde es posible sentir hoy el fuego de Jesús? ¿Dónde se vive de manera apasionada siguiendo sus pasos?
“He venido a traer la división”. De una actitud de intolerancia e intransigencia hacia todo lo que no fuera el pensamiento y el sentir católico, hemos pasado a la aceptación y la coexistencia social de toda clase de ideologías, posturas religiosas, actitudes éticas. Esto ha supuesto en muchos hogares, comunidades, e incluso en nuestros grupos juveniles una sacudida dolorosa.
Hemos de saber confesar abiertamente nuestras convicciones religiosas. Hemos de ahondar en el mensaje de Jesús para saber “dar razones de nuestra esperanza” frente a otras posturas posibles ante la vida, dando testimonio, y precisamente por eso, de respeto total a la conciencia del otro.
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Con corazón salesiano
La obra de Don Bosco en sus comienzos sufrió muchos conflictos. Con el arzobispo de Turín para que los colaboradores que siguieran la vocación sacerdotal se formaran en el Seminario y no en las obras entre los jóvenes, y que los que ya eran sacerdotes se fueran a perfeccionar al Convictorio. A Roma llegaban opiniones contrarias acerca de su instituto donde “albergaban demasiadas novedades”; que había “demasiada democracia en los colegios, estudios deficientes”. A Don Bosco no le aprobaron en un principio las “reglas” de su sociedad ni le concedían facultades que solicitaba. El nuevo arzobispo, amigo personal y confidente por muchos años con él, le niega las licencias para poder confesar a sus muchachos…
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A la Palabra, le digo
Jesús, te pido que me des la madurez, la coherencia y el coraje para nunca tener miedo a la vida, más en estos tiempos tan oscuros. Sé que nunca te alejas y lo que permites, aunque a veces no me guste o no lo entienda, tiene una buena razón de ser. Con tu gracia podré seguirte en todas las circunstancias de la vida, pero humildemente te suplico que me des la fuerza de voluntad que necesito para serte siempre fiel.
Link canción: https://www.youtube.com/watch?v=rCTJw73QLH8
Fuente: donbosco.arg.or/youtube/google.
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